Una parte importante de la
superficie del parque Ribera de Castilla se sitúa en un plano inclinado de
acusada pendiente,por donde las aguas
pluviales se deslizan agresiva y aceleradamente desde la superficie superior
hacia el río Pisuerga, arrastrando las capas superficiales de tierra y grava,
dejando los senderos descarnados e
impracticables. Con ocasión de las últimas tormentas se han abierto
espectaculares canales. De todo ello son prueba las fotografías
anexas.
El problema es crónico,
puesto que las rejillas ubicadas en algunas
sendas no cumplen su función de absorción y desvío regulado de las
aguas, tanto pluviales como de riego.
Se sugiere que se
estudien y adopten medidas correctoras de los fallos crónicos
señalados, implementando un
mejor drenaje de las rejillas con desvíos canalizados hacia los parterres
y, en su caso, la colocación de muros vegetales rastreos de contención.